Damascos del año pasado
Escrito el 28 Diciembre 2009, 02:47 hrs.
El verano pasado (diciembre 2008 - enero 2009) mi damasco se enfermó. Las hojas se pusieron rojas, luego amarillas y finalmente secas, y no me atreví a echarle ningún matabicho. Busqué en internet métodos naturales, pero al fin lo único que hice fue lavarlo firme con el chorro del agua y hablarle con mucho cariño, dándole ánimos y diciéndole que si era necesario perder sus frutos, no se esforzara demasiado, que sólo concentrara su voluntad en echar al bicho que lo enfermaba.
El caso es que sus damascos recibieron el efecto de la peste, y pasó todo diciembre con ellos aún verdes. Lo extraño era que seguían creciendo, pero verdes y con manchas, signo de que de seguro morirían debido a la enfermedad general.
Sin embargo, cuando llegó enero, pasó algo muy raro, por no decir mágico: de pronto comenzaron a colorearse, pero... ¡seguían creciendo! Llegó un momento en que ya me parecían verdaderos damascos mutantes xD! jajaja! Y de hecho, el árbol pareció sobrevivir a la peste, y al fin, sus frutos, aunque poquitos, eran gigantescos. Cuando los encontré buenos, los coseché y por supuesto, comí :P Eran exquisitos, dulces, jugosos y sabrosos ^_^
A eso yo le llamé el verdadero fruto del amor, porque sentí que gracias al apoyo moral que le di al arbolito, él se esforzó de todas las formas por hacer que sus hijitos salieran adelante pese a todo ^_^ Eso me emocionó mucho en su momento, y por eso ahora aprovecho de poner las fotitos de esos momentos.
Como pueden ver, efectivamente se trató de damascos mutantes, sólo vean el tamaño de uno de ellos en mi mano ^_^
Este año el damasco de nuevo está medio enfermo, pero le he echado matabicho, y ya viene la segunda dosis esta semana. Los damascos de ahora están de nuevo creciendo harto, son menos que el año pasado, y están más heridos por la peste, por lo que no tengo muchas esperanzas, pero quién sabe, de pronto se repite el milagro ^_^
El caso es que sus damascos recibieron el efecto de la peste, y pasó todo diciembre con ellos aún verdes. Lo extraño era que seguían creciendo, pero verdes y con manchas, signo de que de seguro morirían debido a la enfermedad general.
Sin embargo, cuando llegó enero, pasó algo muy raro, por no decir mágico: de pronto comenzaron a colorearse, pero... ¡seguían creciendo! Llegó un momento en que ya me parecían verdaderos damascos mutantes xD! jajaja! Y de hecho, el árbol pareció sobrevivir a la peste, y al fin, sus frutos, aunque poquitos, eran gigantescos. Cuando los encontré buenos, los coseché y por supuesto, comí :P Eran exquisitos, dulces, jugosos y sabrosos ^_^
A eso yo le llamé el verdadero fruto del amor, porque sentí que gracias al apoyo moral que le di al arbolito, él se esforzó de todas las formas por hacer que sus hijitos salieran adelante pese a todo ^_^ Eso me emocionó mucho en su momento, y por eso ahora aprovecho de poner las fotitos de esos momentos.
Como pueden ver, efectivamente se trató de damascos mutantes, sólo vean el tamaño de uno de ellos en mi mano ^_^
Este año el damasco de nuevo está medio enfermo, pero le he echado matabicho, y ya viene la segunda dosis esta semana. Los damascos de ahora están de nuevo creciendo harto, son menos que el año pasado, y están más heridos por la peste, por lo que no tengo muchas esperanzas, pero quién sabe, de pronto se repite el milagro ^_^
Comentarios: Agregar Comentario